Para mantener
motivado al alumnado hacia el aprendizaje es necesaria la existencia de un buen
equilibrio entre todos los ámbitos que le rodean, tanto la escuela, la familia
y el propio alumno. Debemos luchar por una educación en la que continuamente
los alumnos quieran aprender más y más.
Es muy conmovedora la carta que
escribe esta madre a Miguel Ángel Santos Guerra. En este artículo podemos
apreciar una realidad un tanto desoladora, es preocupante que algunos niños o
niñas conciban la educación como algo pesado, aburrido, obligatorio, “sin
sentido”…, esto no debería ser así, pues, la educación convendría que fuera
entendida como una oportunidad de progreso y de desarrollo personal.
Como futura docente creo que debemos
fomentar una enseñanza más motivadora, más creativa, en la que los niños y
niñas puedan desarrollar ampliamente todas sus habilidades y capacidades, para
que así, vean la escuela como ámbito que fomenta su desarrollo, su aprendizaje
y su crecimiento.
Es indispensable que en el proceso
de observación del alumnado se impliquen todos los ámbitos que rodean a éste, el
centro escolar, el o la docente, la familia y por supuesto, el alumno o alumna
en cuestión. Además, para dar solución al problema es necesario dar con la
causa del problema y no atribuirla en un lugar que no es, ya que de esta forma
será complicado encontrar la solución.
El papel de la familia en el ámbito
educativo de su hijo o hija es esencial, gracias a la implicación de éstos, los
niños o niñas pueden desarrollar un mejor aprendizaje porque cuentan con la
ayuda y la colaboración de sus padres.
Este cambio del niño en la motivación
hacia el aprendizaje es posible gracias a la coordinación e implicación
existente de todos los ámbitos que rodean al alumno.
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