viernes, 11 de mayo de 2012

"QUIERO QUE SEA LUNES"


           Para mantener motivado al alumnado hacia el aprendizaje es necesaria la existencia de un buen equilibrio entre todos los ámbitos que le rodean, tanto la escuela, la familia y el propio alumno. Debemos luchar por una educación en la que continuamente los alumnos quieran aprender más y más.

            Es muy conmovedora la carta que escribe esta madre a Miguel Ángel Santos Guerra. En este artículo podemos apreciar una realidad un tanto desoladora, es preocupante que algunos niños o niñas conciban la educación como algo pesado, aburrido, obligatorio, “sin sentido”…, esto no debería ser así, pues, la educación convendría que fuera entendida como una oportunidad de progreso y de desarrollo personal.

            Como futura docente creo que debemos fomentar una enseñanza más motivadora, más creativa, en la que los niños y niñas puedan desarrollar ampliamente todas sus habilidades y capacidades, para que así, vean la escuela como ámbito que fomenta su desarrollo, su aprendizaje y su crecimiento.
           
            Es indispensable que en el proceso de observación del alumnado se impliquen todos los ámbitos que rodean a éste, el centro escolar, el o la docente, la familia y por supuesto, el alumno o alumna en cuestión. Además, para dar solución al problema es necesario dar con la causa del problema y no atribuirla en un lugar que no es, ya que de esta forma será complicado encontrar la solución.

            El papel de la familia en el ámbito educativo de su hijo o hija es esencial, gracias a la implicación de éstos, los niños o niñas pueden desarrollar un mejor aprendizaje porque cuentan con la ayuda y la colaboración de sus padres.
           
            Este cambio del niño en la motivación hacia el aprendizaje es posible gracias a la coordinación e implicación existente de todos los ámbitos que rodean al alumno. 


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